Las lámparas de formas cambiantes están formadas por un eje central de aluminio al que se le suman una serie de piezas de policarbonato inyectado que pueden girar 360º, modificando la pieza en una gran variedad de modos.
Los diseñadores llaman a este concepto diseño evolutivo, que permite la creación dinámica de un rango infinito de formas y figuras. Gladys Nistor, la escultora de la dupla, plantea que la idea detrás del diseño evolutivo es la introducción de lo lúdico en el objeto, una invitación para jugar y cambiar la forma para iluminar el deseo.
Este concepto no sólo acude a la actividad lúdica del comprador, sino también a su conciencia ecológica. Este es el resultado de una búsqueda de un objeto que pudiera contribuir a un modo de vida más sustentable, generando numerosos objetos en uno, y aumentando el interés de los mismos a largo de tiempo. De esta forma se alarga la vida útil de los mismos, y se evita el recambio al poco tiempo de uso.
Gabriel Nistor, opina que cuánto más se comunique el objeto con el usuario, manteniendo el factor sorpresa, más se cuidará a ese objeto, y habrá un impulso menor de cambiarlo por otro nuevo.
La línea de lámparas también refuerza la idea de menos es más: una lámpara que a partir de un simple módulo repetido, permite lograr una gran variedad de posibilidades.
