Ikea abrirá tienda en México
Cubículo Estratégico/Carlos Mota
2011-07-27 • Milenio
Es un hecho: la mueblería más famosa del mundo, Ikea, ha decidido finalmente llegar a México y abrir su primera tienda, en lo que será un desembarco largamente esperado por parte de la clase media mexicana, que estaba familiarizada con la marca desde hace años por su popularidad en Estados Unidos.
La decisión ha sido tomada, y se espera que se revele exactamente el sitio de la localización, que podría ser en la zona circunvecina de la Ciudad de México, aunque algunos apuestan que podría ser Monterrey.
Fundada en Suecia en 1943 por el legendario Ingvar Kamprad, esta empresa se distingue por haber creado muebles contemporáneos de alto diseño y veloz manufactura, que se venden listos para ser ensamblados por los clientes. Los diseños denotan constantemente cambios de temporada, tendencias, materiales, texturas y colores novedosos. Todo ello se combina con una variable fundamental que hizo la fórmula explosiva: el bajo costo.
Ikea es a los muebles lo que Zara a la ropa.
Muchos mexicanos conocen Ikea por haber vivido, estudiado o trabajado en Estados Unidos. Prácticamente todas las ciudades de tamaño considerable en esa nación cuentan con una de sus tiendas ahí. El formato de sus tiendas es de enormes proporciones, similar a las bodegas de clubes de precios como Costco, y un poco parecidas a The Home Depot. Los colores azul y amarillo utilizados en su identidad de marca rememoran a la bandera sueca.
La apertura de la tienda en nuestro país no debe confundirse con las ventas que hace un mexicano que actualmente “consolida” contenedores e importa artículos de catálogo original de Ikea en Estados Unidos. La gente puede confundirse al mirar su curioso portal denominado ikeamexico.com. Pero no. La llegada aquí anunciada es formal, con una tienda como de proporciones tradicionales a las que usualmente abre en el mundo.
En las escuelas de negocios se estudia el caso de Ikea por su poderoso modelo. Recuerdo un documento que relataba cómo su fundador, una de las personas más acaudaladas de Europa, solía buscar hoteles de tres estrellas tipo Holiday Inn, cuando visitaba ciudades en busca de oportunidades de negocio. Y así, austero y apartado del lujo, Kamprad construyó su imperio.
