El estudio de arquitectura A-cero, dirigido por Joaquín Torres, presenta el proyecto completo, desde su concepción inicial, pasando por los trabajos de obra hasta mostraros el resultado final, de una vivienda unifamiliar situada en una exclusiva urbanización madrileña. A requerimiento de la propiedad se desarrolla una vivienda estructurada en tres niveles: planta sótano, planta baja y planta alta. La parcela resultante de la parcelación de una finca matriz adopta la forma de un polígono irregular de cuatro lados, comprende una superficie con pendiente media de 3.416,46 m2.
ALZADOS
SECCIONES
PLANTA SÓTANO
El garaje, lavadero, cuarto de plancha, tendedero ,bodega, cuarto de instalaciones, distribuidor, trasteros, piscina, gimnasio, vestuario, baño turco, cuarto de juegos, ascensor y escaleras, así como el txoko, se disponen en planta sótano.
PLANTA BAJA
En planta baja de distribuyen las estancias siguientes: vestíbulo, salón, sala de televisión, comedor, un porche interior, dos porches exteriores, cocina, office, despensa, cámara fría, un despacho, ascensor y las escaleras.
PLANTA ALTA
Finalmente, en la planta alta se disponen los cinco dormitorios con su baño propio, dos vestidores, un estar, una terraza y el ascensor.
PARCELA
Así, la distribución resultante sitúa los cuartos de las instalaciones en planta sótano. Las diferentes estancias de día se organizan en planta baja, situándose en la planta superior la zona de noche.
RENDERS
Se pretende con el proyecto dar respuesta a las necesidades del promotor, en cuanto a estancias y superficies y a su vez, puesto que se esta construyendo una obra de arquitectura, y por tanto plástica, no se obvia el aspecto formal de la obra. Os dejamos una fotos con su proceso constructivo:
OBRA
RESULTADO FINAL
La forma ha sido objeto de diseño desde el mismo germen del proyecto del mismo modo y en la misma magnitud que lo ha podido ser cualquier otro aspecto funcional o técnico de la obra. En ese sentido se propone una volumetría clara, tersa y a su vez contradictoria por parecer nacida de una macla de piezas potentes y rotundas con claras connotaciones escultóricas.
Del mismo modo se ha trabajado con su implantación en un punto donde se acusa una leve inflexión de la pendiente natural del terreno y donde, desde un punto de vista formal, la arquitectura se justifica a si misma por sus valores de ligereza al parecer apoyada en leves paños de vidrio, y su prolongación de los espacios exterior-interior.
De este modo la volumetría propuesta, rotunda y clara, parece ligada a la forma del territorio, no en vano nace de esta.
