LA MADERA Y LOS ESTADOS DE ÁNIMO:
El color, la textura y el ambiente de una estancia influyen en nuestro comportamiento, por eso reaccionamos de manera diferente dependiendo de la experiencia que nos aporten los elementos decorativos y los objetos de una habitación. Si bien una habitación vacía revestida con paneles de acero nos induce estados anímicos depresivos y hostiles, un entorno con paneles de madera nos proporciona estados de ánimo que reducen la sensación de depresión. En este sentido, los ambientes en los que se encuentran elementos de madera los percibimos como espacios naturales, relajantes y tranquilos.
VENTAJAS DE LA MADERA PARA LA SALUD Y EL CRECIMIENTO:
En otro orden de cosas, la actividad física es fundamental para el desarrollo de los niños. Durante la fase en la que gateamos y aprendemos a andar, la mayor parte del tiempo el niño está en contacto directo con el suelo, lo que significa que una parte del calor corporal se transmite al material, con la consecuente pérdida de calor en las extremidades. La madera, al ser un material con bajo coeficiente térmico, no absorbe tanto calor como lo harían otros materiales.
Además, en la pre-adolescencia y la adolescencia la actividad física toma importancia en el desarrollo y la fortaleza de músculos y huesos. Diversos estudios, entre los que destaca uno realizado con cajones sobre un pavimento de madera sobre la sencilla actividad física de saltar, demuestran que realizar regularmente ejercicios de saltos fortalece los huesos de las extremidades inferiores, evitando en un futuro roturas de huesos por osteoporosis.
Igualmente, un descenso importante de la temperatura en la piel puede provocar una mayor probabilidad de sufrir un resfriado si el contacto con el material frío es prolongado y si la temperatura a la que llega la piel cambia bruscamente de una situación de confort a otra fría, por ejemplo, caminar descalzo sobre el suelo durante un tiempo prolongado.
Otro factor que determina la salud de un entorno es la gestión acústica del mismo. El espacio interior con presencia de madera genera un tiempo de reverberación controlado y mejorado respecto al que presentaría ese mismo espacio sin madera.
El ruido y los sonidos influyen en nuestro comportamiento y estado de ánimo: pueden ser molestos e incluso nos pueden irritar y ocasionar estrés y otras molestias. Si es importante permanecer en un entorno sin ruidos molestos aún lo es más cuando la actividad que estamos realizando es la de descansar y dormir. Durante el crecimiento, una de los hábitos que más influyen en el bienestar emocional de los pequeños es el sueño. Los sonidos puntuales y continuos a diversas frecuencias pueden incomodarles durante las horas de sueño. La presencia de madera puede mejorar considerablemente el tiempo de reverberación en los dormitorios infantiles.
La madera es un material saludable al tacto que, gracias a su estable conductividad térmica, permite que nos adaptemos mejor a él y no suframos pérdidas de calor bruscas mientras está en contacto con nuestra piel. Ésta característica, que hace que sea térmicamente más agradable, es importante puesto que un descenso acusado de la temperatura de nuestros pies puede provocar resfriados.
Un confort térmico adecuado nos permite ser más productivos y mejorar nuestro rendimiento, ya que nuestro metabolismo alcanza un equilibrio estable; incluso una variación insignificante en este aspecto provoca pérdidas de rendimiento. El confort térmico, además, tiene una relación directa con la eficiencia energética de los edificios, ya que reduce la necesidad de calentar o enfriar los ambientes.
CON INFORMACIÓN DE SARRALDE MADERAS Y PARQUET