Shalini Misra & Theis and Khan, United Kingdom
fotografías: tom sullam Peter Johnston
Una casa familiar de un matrimonio integrado por un banquero y una marchante de arte, tres hijos y un perro, el cariñoso Muffin.
La casa ubicada en Holland Park, al oeste de Londres, es sustancialmente neo-georgiana que se adquirió con el fin de tener un máximo espacio de convivencia familiar. Se buscó, de igual modo incorporar el jardín al área de la vivienda, de diseño contemporáneo, de acuerdo con el arte contemporáneo, con un ambiente cálido y acogedor, según los requerimientos de la familia.
El salón de estar debía ser relajado y sin restricciones, pero con un diseño flexible para dividir la sala cuando se necesite producir un interior sofisticado, entretenido y tranquilo. A su vez, los niños debían tener libre acceso a la cocina la mayor parte del tiempo, pero con la posibilidad de contar con muro divisorio para los momentos formales.
La casa se construyó en 1924 con ladrillo y estuco, en un estilo neo-clásico. El nuevo espacio del sótano fue excavado y fundido en concreto, mientras que la familia vivía ya allí. Las paredes fueron re-asignadas para optimizar el espacio y permitir la fluidez espacial según lo determinado en el brief del cliente.
La oportunidad de tener un espacio ya existente y la libertad de crear una reordenación drástica, incluyendo el traslado de muchas de las paredes internas: espacio de doble altura al final de la sala de estar, añade un punto focal, al igual que la escalera que conduce a la terraza.
La vista de la biblioteca de doble altura se limitó a través de una pasarela de vidrio; lo que crea una conexión entre espacios arquitectónicos en el área principal y el resto de la casa. Las dos claraboyas inusuales traen gran luz natural del exterior.
Una mezcla de superficies y texturas en el interior dan un aspecto atemporal. Lo mismo se integra un exclusivo mármol Hokkaido, sólo disponible en Italia, e incluyen lino fino para las cortinas, el hormigón moderno cohabitando con la caoba en el sótano, tapicería de piel y cuero, y una sorprendente araña de luces decorativas que convive con un cuadro de época: todo contribuye al éxito del interior.
La flexibilidad es crucial y se logra con paredes corredizas y una sala de estar abierta que conduce a la zona del comedor, separando las áreas de cocina y comedor, con atinada elegancia.
La elasticidad del espacio fue reforzada plantear varios niveles cuya conexión es a través de tragaluces, mamparas de vidrio y elementos arquitectónicos.
Una paleta general de colores neutros que hace un fondo adecuado para la colección ecléctica de obras de arte contemporáneas.La casa es una mezcla de estilos, de superficies y texturas que combinan muy bien juntos para crear una mirada que es intemporal y eterna.