6.
Hotel Room Mate Emma, Barcelona
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Rodeado de museos y galerías de arte, el Room Mate Emma se empapa del espíritu de los
alrededores para crear una atmósfera única. El interiorista Tomás Alía, quien ha diseñado otros
hoteles de la cadena, ha decorado este hotel con sencillez, pero fiel a su estilo. El blanco impoluto
llena las habitaciones de luz, donde las formas redondeadas y los colores rosáceos, morados y rojizos recrean un ambiente futurista. Los toques de color no están presentes solo en los dormitorios, sino que destacan en todas las estancias, como en la sala de desayunos, donde el rosa es el absoluto protagonista.
7.
El Refugio de Cristal, Hontanar (Toledo)
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Calificada con tres espigas, la máxima distinción castellano-manchega en casas rurales, el Refugio de Cristal es un coqueto alojamiento en el Parque Nacional de Cabañeros. La luz del sol se cuela a través de su fachada sur, construida completamente en cristal, haciendo que los colores de las habitaciones cobren vida. En el mobiliario predominan las líneas redondeadas y simples, y en consonancia con el paisaje que rodea a la casa, los motivos florales están presentes en todos los rincones. Además, se trata de un edificio sostenible, ya que para preservar el incomparable entorno natural en el que se halla, esta casa rural utiliza energía solar térmica y biomasa para producir su propia electricidad.
8.
Hotel Barceló Málaga, Málaga
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Fuertes colores que contrastan con el blanco más puro, formas imposibles en el mobiliario y
evocadores y sugerentes elementos decorativos, son los elementos que captarán la atención del
huésped desde el primer momento en el que entre en la recepción de este hotel. En contraste con lo llamativo de las zonas comunes, las habitaciones invitan a la relajación con tonos suaves y ocres. Su restaurante El Andén fue galardonado en el año 2008 con el premio José Meliá Finisterra al mejor restaurante de hotel de la ciudad, por lo que la calidad y la vanguardia están presentes, no solo en la decoración, sino en todos los detalles. Lo más curioso es que para bajar desde las habitaciones, el viajero puede deslizarse por el tobogán para llegar al hall del hotel.
9.
Hotel Playa Ribera, Suances (Cantabria)
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El Playa Ribera es un pequeño hotel de tres estrellas que cuida la estética y los detalles. Las líneas rectas predominan en todo el hotel, desde la fachada hasta la recepción, hegemonía rota solo por algunos elementos decorativos como sillas o jarrones, y los colores rojo, blanco y negro inundan todas las estancias del hotel, imprimiendo un carácter elegante a las instalaciones. Además, en las habitaciones, decoradas sin perder de vista las tendencias del diseño actual, el viajero puede disfrutar de una atmósfera romántica gracias a su iluminación tenue, sus colores sugerentes y su jacuzzi privado adornado con velas.
10.
Hotel Vincci Vía 66, Madrid
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Situado en la Gran Vía madrileña y rodeado de teatros, este Vincci recuerda los escenarios y la vida entre bambalinas de principios del siglo pasado, combinando la elegancia y majestuosidad de la época con la vanguardia de nuestros días. La escalera de caracol de mármol, los ascensores de forja, las vidrieras y las fotografías relacionadas con el mundo del teatro, dan paso a unas amplias
habitaciones, repletas de luz y motivos decorativos actuales y sofisticados. La terraza es uno de los
lugares más espectaculares del hotel, puesto que desde allí el huésped tendrá una vista privilegiada
de los tejados de Madrid.
