Además de centro de juegos, el dormitorio de los niños es principalmente un lugar de descanso; por ello, no conviene que esté atestado de juguetes, especialmente bélicos o de acción. Esto lo vuelve muy yang (activo), y para que los niños descansen, la energía debe ser yin.
La cama debe ubicarse lejos de la puerta de entrada.
Los pies no deben apuntar hacia la puerta y la cabecera no debe estar debajo de estar debajo de la ventana o una viga, pues provocaría disturbios en el sueño.
Si este dormitorio tiene la puerta enfrentada a otro, es conveniente colgar en medio un dispensador de energía para evitar las peleas entre los que duermen en una y otra habitación.
Para lograr un buen descanso, no debe haber espejos ni televisión ni computadoras. Por el contrario, es un buen lugar para ubicar la foto de los padre y los abuelos, pues les brinda seguridad.
En caso de empapelar el dormitorio, es recomendable colocar guardas redondeadas.
La dirección ideal para los niños es el Este, lugar por donde nace el sol en ambos hemisferios, porque promueve el crecimiento.
Si los niños son muy activos, conviene adornar la habitación con osos de peluche, juguetes de cuerda, algún carillón y colores pasteles.
Por el contrario, si son más bien yin, es aconsejable subir el chi con el uso de color, por ejemplo utilizar sábanas rojas o naranjas.