De 2006 a 2010 la firma canadiense Omer Arbel Office (OAO) desarrolló y erigió Casa 23.2 una espectacular edificación que no olvida los detalles al interior. (Fotografía: Photo by Nic Lehoux).
23,2 es una casa para una familia, construida sobre una superficie rural grande. Hay una suave pendiente de este a oeste y dos masas de bosque primario que define dos "cuartos al aire libre", cada una con su propia ecología distinta y condiciones de luz.
La casa está situada en el punto de máxima tensión entre estos dos entornos, y como tales se plantea a la vez definir los dos como áreas distinta, así como ofrecer una transición centrado entre ellos.
El diseño de la casa en sí se inició, como punto de partida, con un depósito Douglas Fir de cien años de edad, cuyas vigas fueron recuperadas de una serie de almacenes demolidos. Las vigas eran de diferentes longitudes y dimensiones transversales, y había algunas de asombrosas proporciones de hasta 20 metros, algunos de hasta 90 cm de profundidad.
Se convino en que las vigas eran objetos sagrados en su estado actual y que no se manipularían ni acabar con ellos de ninguna manera. Debido a que las vigas eran de diferentes longitudes y tamaños, se necesitó que se acoplaran a una geometría que sería capaz de dar cabida a la enorme variedad en la dimensión, al tiempo que permite la posibilidad de narrar los espacios legibles. Se acordó una geometría triangular.
Las vigas recuperadas se utilizaron para montar los marcos triangulares, los cuales fueron doblados para crear un techo que actuaría como un paisaje artificial secundario, envuelto en la suave pendiente del terreno.
Se manipularon las angulaciones para crear relaciones implícitas y explícitas entre el espacio interior y exterior, de tal manera que cada habitación tuviese un área interior en contacto con el exterior, correspondientemente.
Nos manipulan los pliegues para crear relaciones implícitas y explícitas entre el espacio interior y exterior, de tal manera que cada habitación tenía una habitación interior, exterior correspondiente.
Con el fin de maximizar la ambigüedad entre espacio interior y exterior, se elimina la definición de una esquina significativa de cada habitación tirando de la estructura de respaldo de la misma esquina (utilizando columnas de acero doblados en algunos casos), y la introducción de un sistema de puertas de acordeón, de tal manera que toda la fachada a ambos lados podría retractarse y desaparecer por completo.
Se desarrolló un detalle que permitiera a las vigas definirse no sólo en el techo de cada habitación interior, sino también se pronunciaran con fuerza como elementos de la facha del edificio.