16.6.11

>>Arquitectura de remesas

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Inauguración de exposición

Jueves 23 de junio, 19:00 horas

Muchos de los migrantes centroamericanos que trabajan en Estados Unidos envían regularmente dinero a sus países de origen. Se trata de las remesas, que en muchos casos sirven para construir nuevos hogares, bien para la familia que se dejó atrás o como futuro lugar de residencia cuando se produzca el esperado retorno. Pero, ¿cómo es usado este dinero?, ¿qué tipo de arquitectura está dando como resultado?, ¿qué cambios materiales, sociales y culturales está produciendo este fenómeno?

Arquitectura de remesas es el resultado de una investigación arquitectónica y antropológica con soporte fotográfico, y en ella han participado diversos profesionales de Guatemala, El Salvador, Honduras y México. Enmarcada en el Proyecto de la Red de Centros Culturales de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y tras su paso por los Centros Culturales de España en Guatemala, El Salvador y Tegucigalpa, la exposición llega ahora al CCEMx, donde se llevará a cabo la inauguración el próximo 23 de junio a las 19:00 horas.

Este envío de divisas convierte en muchos casos a los migrantes en ‘héroes remesores’. Pero también conlleva transformaciones del país receptor, dando lugar a construcciones fuertemente influidas por los estilos y formas arquitectónicas observadas en Estados Unidos, que son reproducidas con ciertas modificaciones en cuanto a materiales y acabados, y que poco tienen que ver con las estructuras de hogar tradicionales. Como consecuencia, se crean construcciones y espacios, que, por su propia concepción -sin tener en cuenta el uso al que se van a destinar-, terminan siendo inservibles o poco aprovechadas. Todo ello conlleva una modificación del paisaje visual de estos lugares, con un crecimiento urbano de carácter desordenado, principalmente en las zonas rurales.

Las remesas, que han provocado una ‘arquitectura sin arquitecto’, han supuesto también un impulso económico para las zonas agrícolas, y se han convertido en elemento diferenciador en tanto que otorgan en muchos casos a sus receptores un estatus social superior. El remesero que envía dinero desde Estados Unidos es a menudo el que proporciona sustento económico a toda su familia, de ahí que se le tenga en alta estima. Pero cuando ese dinero sirve además para construir una casa, entonces esa familia tendrá un motivo de orgullo mayor y será objeto de admiración dentro de la comunidad. Como resultado de las mismas, y ante la ausencia de un arquitecto que dé orden y cierta coherencia al proyecto, han proliferado casas a imitación de las típicas residencias suburbiales norteamericanas, pero introduciendo colores y elementos ornamentales autóctonos, híbridos que representan una mezcla cultural y que son un efecto visible más de los procesos migratorios. Casas que simbolizan el éxito del migrante al que le ha ido bien en su aventura, y que mantiene, en la promesa del futuro regreso, los lazos de arraigo con la tierra abandonada.

La muestra cuenta con más 200 imágenes tomadas por los fotógrafos Andrés Asturias, Andrés Aragón, Daniel Chauche, Walterio Iraheta y Arturo Sosa, y documenta la labor de investigación llevada a cabo por arquitectos y antropólogos centroamericanos como Mario Ardón, Ruth Piedrasanta, Ricardo Zavala, Luis Pedro Taracena, José Óscar Batres o Ramón Rivas. A su llegada a México, la exposición se complementa con el trabajo local de los antropólogos sociales Jorge Durand y Patricia Arias.