12.3.10

>>Mil y un rostros de México

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Mil y un rostros de México.

Máscaras de la colección Ruth D. Lechuga

 
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Tras años de permanecer en la casa donde vivió la investigadora y fotógrafa Ruth D. Lechuga, una selección de la colección de máscaras creada por ella, ve la luz por primera vez en una exposición montada por el Museo Franz Mayer.

La investigación y catalogación de esta colección se ha hecho en gran medida gracias al apoyo de recursos federales obtenidos a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

image Nacida en Viena, Ruth D. Lechuga fue una coleccionista apasionada de México. Salió de su ciudad natal a los 18 años, debido a la invasión nazi y llegó a este país en 1939 para luego, en 1954, nacionalizarse como mexicana. En principio, estudió medicina pero después supo que su vocación sería la fotografía y el coleccionismo del arte popular mexicano.
En sus años de vida en México logró coleccionar cerca de 10 mil piezas entre las que se encuentran textiles, cerámica, cestería, laca, madera y máscaras procedentes de diversas partes del país. image

 

Ruth D. Lechuga coleccionó cerca de mil 200 máscaras. En la exposición Mil y un rostros de México. Máscaras de la colección Ruth D. Lechuga se presenta una selección de 400 en una curaduría que dirigió la antropóloga Marta Turok con el apoyo de la historiadora del arte Andrea Cabello.

De acuerdo con la Dra. Turok, la colección de máscaras que formó Ruth D. Lechuga a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, es una de las más relevantes del país, al representar decenas de etnias y cientos de pueblos. La mayor parte fue adquirida en campo, en los viajes que realizó para documentar sus usos y significados en danzas y rituales a través de fotografías y escritos.

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En la exposición Mil y un rostros de México. Máscaras de la colección Ruth D. Lechuga algunas de las piezas se complementan de la parafernalia que acompaña a las fiestas populares mexicanas. Se presentan algunos instrumentos musicales y trajes de fiesta, así como fotografías tomadas por la propia Dra. Lechuga.

 

 

La colección de máscaras se encuentra resguardada en lo que alguna vez fue la vivienda de la Dra. Ruth D. Lechuga, quien antes de morir en una entrevista comentó:

"Empecé comprando, porque me gustaba, de acuerdo con lo que podía adquirir, objetos chiquitos de cerámica. En el apartamento en que vivíamos mis papás, mi hermano y yo sólo había un estante. Además, no tenía un gusto definido, apenas estaba descubriendo esta cultura. Cuando compraba textiles era, principalmente para usarlos."

La colección que Ruth D. Lechuga donó al Museo Franz Mayer ha sido objeto de varios estudios nacionales y extranjeros. Una parte importante de la investigación y catalogación de esta colección se ha hecho en gran medida gracias al apoyo de recursos federales obtenidos a través del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) del Conaculta, cuenta Héctor Rivero Borrell, director del Museo Franz Mayer.

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“Detrás de esta exposición existe todo un trabajo de catalogación, estudio y conservación de las piezas donadas por Ruth D. Lechuga”.

Por su parte, la antropóloga Turok explica que entre los objetos más fascinantes de las expresiones culturales humanas se encuentran las máscaras, que a decir de ella son “piezas cargadas de una energía que rebasa al objeto. Prácticamente todas las culturas del mundo las hacen y utilizan en contextos variados, siempre vinculados a lo ritual y ceremonial. Una máscara es, a fin de cuentas, un rostro que se sobrepone a otro, el humano”.

En la introducción de la muestra, se exponen piezas de diversas partes del mundo. Otra sección habla sobre el contexto etnográfico de las fiestas, espacio donde se llevan a cabo la mayoría de danzas-drama acompañadas por sones y música.

Así, el visitante podrá conocer algunas “cuadrillas” completas de danzas agrícolas y petición de lluvias, de cacería, de la Conquista y otros eventos históricos.

En otro módulo temático, se muestran los diversos personajes, la variedad de expresiones y la plasticidad, según la región y etnia, como las máscaras de negritos, diablos, viejitos, muertos, animales, moros y cristianos, entre otros.

Asimismo, existe una sección llamada ‘El mascarero y su mundo’ donde se presentan al público todas aquellas herramientas y materiales con los que se hace una máscara. Para ello, el maestro tallador de madera Antonio López Hernández -Premio Nacional de Ciencias y Artes 1998- prestó algunas herramientas con las que trabaja.

Con esta exposición, el museo inicia una serie de muestras que permitirán a amplios públicos conocer y disfrutar diversas expresiones del arte popular mexicano de esta coleccionista.